domingo, 23 de noviembre de 2008

Ayer 22 de noviembre...




Cumplí los sesenta y ocho
de ver la primera luz
bajo el signo de la Cruz,
de Mambrú y del bizcocho.
Caminando con Pinocho
El Quijote y Sheherazada
emprendí la gran jornada
con los genes de mis padres
mas las hurras y descuadres
no me han puesto en retirada.







domingo, 16 de noviembre de 2008

¿Qué hay en la granja?





Hay un loro colorado
y una yegua azul añil
y sobre un aguamanil
un elefante sentado.
Hay un chivo bautizado
con lágrima de tojosa
una mona que retoza
con un burro en calzoncillos
y una hormiga sin colmillos
muerde a una pata curiosa.

Aquí no queda la cosa
tocante a los animales:
también hay dos carcamales
cruce de sapo y mafiosa
Mas una danza curiosa
despliegan ambos al punto,
cada vez que un viejo asunto
transpira en el caserío...
y así, sin decir ni pío,
responden lo que pregunto.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Qué te parece, Venancio? Cómo cambian los tiempos!!!


A propósito de estos nuevos tiempos que corren...





Ya puse la mula en venta
y el bohío lo empeñé
pues Genaro (¿te conté?)
no me pagaba la renta.
El gato, que no escarmienta,
sigue en pos de su ratón
y el canario -cabezón!-
no ha dejado de cantar
en su jaula circular
la misma, misma canción.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Mi reclamo

A propósito de tantos que andan por el mundo reclamando herencias, derechos y bienes de antepasados emigrados a tierras del Nuevo Mundo, y de quienes -siendo del Nuevo Mundo-emigraron al Norte dejando atrás su memoria.


Yo reclamo los ceceos,
las zetas de los chorizos,
las cabelleras de rizos
y del burro los arreos.
Reclamo los bordoneos
de la guitarra española
y el vivir a la bartola
sin tener otro reclamo
que ser lo que soy y amo,
tranquila, sin aureola.

Reclamo la sinfonola,
el danzón y la chicharra,
y a donde fueron de farra
Alipio con la Vitola.
Reclamo también la ola
donde surfeaba el invierno
vestido de blanco terno
con zapatos de dos tonos,
y aquellos santos patronos
que libraban del infierno.

Reclamo el hogar paterno
todo rodeado de flores,
los días llenos de olores
las letras de mi cuaderno.
El regalo sempiterno
de la noche silenciosa,
la blancura de una rosa
sobre mi pecho prendida
y el don de mirar la vida
en alas de mariposa.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Una novela de la vida real

Como una enredadera/ha trepado este afecto por mi vida./Díjele que de mi se desasiera/mas se entró por mi alma adolorida/como por el balcón, la enredadera.

José Martí









José Manuel Fernández Febles y Cecilia Martos se conocieron virtualmente e hicieron "click" en la mejor forma posible: poniendo su alma en versos. Luego de vencer no pocos obstáculos -ella, en México; él, en Canarias- hace unos pocos meses se reunieron para siempre en la tierra de Cecilia, pródiga en belleza y gente sensible al amor.


Para Josema y Cecilia estas décimas que escribí hace casi dos años, tal vez fueron un poquitín alentadoras para seguir adelante y triunfar.



Amor, amor que no dejas
la batalla cuando tocas;
amor, amor que provocas
trenzar sueños en guedejas.
Amor de plateadas tejas
donde golpea la lluvia
y en corazones diluvia
regando las estaciones,
amor de las emociones
cinceladas con la gubia.

Amor de la ría rubia
que transita lentamente
y en el camino, obsecuente,
por laderas se derrubia.
Amor de mágica alubia
trepándose como hiedra,
por un balcón que lo arredra
y se enreda en cada gajo;
mas al fin halla el atajo
hacia la luz, donde medra.

17 de febrero, 2007