jueves, 13 de agosto de 2009





Cuando llegan los albores
y tengo a mi nieto al lado
en potrillo blanco alado
me voy cantando loores.
Olvido los sinsabores
y el penar por los ausentes
porque Dios hizo presentes
en los hijos y los nietos
los antiguos amuletos
que poblaban nuestras mentes

4 comentarios:

Janny dijo...

Mucha verdad Lily. Aun no se de nietos pero lo puedo ver en mi madre y en mi abuela como los disfrutan y yo, adoro a mis hijos.

Lily dijo...

Bueno amiga, seguramente tendrás esa satisfacción en algún momento futuro y entonces verás toda la magnitud del abuelazgo...

Un beso,

Lily

Caco dijo...

Que lindo querida Lily, me haces recordar el hecho de cuando llega mi sobrino a mi casa, vivo cada palabra que has construido en ese escrito.

Me encantas, porque en pocas líneas expresas un monton.

Un abrazo, y buenos deseos.

Lily dijo...

Mi estimado Caco, en efecto, los nietos son una especie de recordatorio de lo que ya vivimos, por nosotros mismos o a través de los hijos y dicen que a quienes todavía Papa Dios no les ha dado hijos (y el abuelazgo tiene que demorar por fuerza), pues un diablito les da sobrinos...jejeje.

Gracias por dejar tu comentario.

Lily