lunes, 20 de octubre de 2008

El color de la pobreza

De naciones que comento
cual repique de campana
es mi voz americana
su badajo y su lamento.
Cierta prensa -ese portento
de absolutos a colores-
se embandera con valores
de marcada factoría
por lograr supremacía
en mercado de loores.

Hoy se compran los favores
y se venden influencias
por lograr beneficencias
de los propios colectores.
Las tramoyas, los actores,
son cambiantes, pero el tema
sigue siendo un exantema
virulento en grado sumo
y pretenden, con sahúmo,
extirpar el treponema.

Es la vieja estratagema
de buscarse un enemigo
como blanco del castigo
del shamán o del ulema.
Pero luego, quien blasfema
y rechaza al "salvador"
es objeto del furor
de la claque corderil
y lo pasan a fusil.
Mismo mal. Otro color.

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