sábado, 7 de febrero de 2009

El beso


Para aprovechar la vida
hay que hacer algunas cosas
y no todas son rumbosas
ni alejan la despedida.
Al momento de partida
-al nacer, que no al regreso-
nos reciben con un beso
que calienta nuestra cuna
es legado de fortuna
y en el alma queda preso.









Desde ahí, como un poseso,

el afecto perseguimos

pretendiendo que vivimos

sin pensar en el receso.

Unas veces embeleso,

otras encarne jocundo

que germina, tremebundo,

pero muere de igual forma

porque el beso, en otra horma,

llega a ser dios errabundo.

No importa si medio mundo

sigue la ruta impasible

pero el ego es irascible

y se prende en un segundo.

Es allí, en lo profundo,

de la psique del humano

que se aferra en falso plano

al amor en daca y toma

mientras le cae carcoma

al cofre del beso arcano

1 comentario:

Antonio del Camino dijo...

Doña Lily, veo que la fuente de su inspiración sigue intacta desde aquellos lejanos tiempos de Poesía.com.

Ha sido un placer volver a encontrarse con usted.

Prometo pasar a menudo.


Un cariñoso saludo de quien fue Miguel Ardiles (Antonio del Camino, segun fehaciente documento de identidad).